Con la imposición de la ceniza inicia éste miércoles ( 25 de febrero ) El tiempo litúrgico de Cuaresma.
La Cuaresma es un tiempo de oración, ayuno y entrega a nuestro prójimo, en este periodo se nos da la posibilidad de prepararnos para la Pascua realizando un discernimiento de nuestra vida.
Pero ¿Qué es realmente la Cuaresma?
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y para vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Ramos, día que se inicia la Semana Santa.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
40 DÍAS
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La ceniza, viene del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Fue así como adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido contrario, de humildad y penitencia.
El Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar los ramos usados en el Domingo de Ramos previo. Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- , para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Mc1, 15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Gén 3,19).
CÓMO VIVIR LA CUARESMA
1. ARREPINTIÉNDOME DE MIS PECADOS Y CONFESÁNDOME.
Si realmente estoy arrepentido. Éste es un muy buen momento del año para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión.
2. LUCHANDO POR CAMBIAR.
Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte propósitos para cumplir día a día y revisa en la noche si lo lograste. Conoce cuál es tu defecto dominante y trata de cambiarlo con esfuerzo y con la ayuda de Dios.
3. HACIENDO SACRIFICIOS.
La palabra sacrificio viene del latín sacrum-facere, que significa "hacer sagrado". Entonces, hacer un sacrificio es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza o ayudar a otro en su trabajo. A cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida de todos los días. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio.
4. HACIENDO ORACIÓN.
Aprovecha estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Puedes leer en la Biblia pasajes relacionados con la Cuaresma y no olvides asistir a la celebración de la Eucaristía.
5. CON AYUNO Y ABSTINENCIA
El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia consiste en no comer carne. Son días de abstinencia y ayuno el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Con estos sacrificios, se trata de que espíritu, alma y cuerpo reconozca la necesidad de hacer obras para reparar el daño ocasionado con nuestros pecados.
¿POR QUÉ EL AYUNO?
El hombre, orientado hacia los bienes materiales, muy frecuentemente abusa de ellos. Esta civilización de consumo suministra los bienes materiales no sólo para que sirvan al hombre en orden a desarrollar las actividades creativas y útiles, sino cada vez más para satisfacer los sentidos, la excitación que se deriva de ellos, el placer, una multiplicación de sensaciones cada vez mayor.
Ayunar significa abstenerse de algo. No es Ia renuncia por Ia renuncia: sino para el mejor y más equilibrado desarrollo de sí mismo, para vivir mejor los valores de Dios.
• AYUNO
Llamamos "ayuno" (latín "ieunium") a la privación voluntaria de comida durante algún tiempo por motivo religioso, como acto de culto ante Dios.
En la Biblia el ayuno puede ser señal de penitencia, expiación de los pecados, oración intensa o voluntad firme de conseguir algo.
El ayuno junto con las oración y la caridad, ha sido desde muy antiguo una "practica cuaresmal" como signo de la conversión interior a los valores fundamentales del evangelio de Cristo.
• CONVERSIÓN
Convertirse es reconciliarse con Dios, apartarse del mal, para establecer la amistad con el Creador. Una vez en gracia , hemos de proponernos cambiar desde dentro (en actitudes) todo aquello que no agrada a Dios
• ABSTINENCIA
(Del latín abstinentia, acción de privarse o abstenerse de algo) Gesto penitencial. Actualmente se pide que los fieles con uso de razón y que no tengan algún impedimento se abstengan de comer carne, realicen algún tipo de privación voluntaria o hagan una obra caritativa los días viernes, que son llamados días penitenciales
Sólo el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.
• CENIZA
(Del latín cinis, ceniza) Material proveniente de la combustión de algo por el fuego. Simboliza la muerte, la fragilidad de la vida y también la humildad y la penitencia. Las que se imponen el Miércoles de Ceniza se preparan quemando palmas y olivos benditos el Domingo de Ramos del año anterior.
El simbolismo de la ceniza es el siguiente:
a) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte;
b) Situación pecadora del hombre;
c) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda;
d) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo.